DOS DÍAS SIN DORMIR

Parecía no acabar, las horas me atacaban y al fin, después de todos los problemas ocurridos.
Terminé, todo estaba grabado de nuevo, todas las hojas a punto para imprimir, todos los Audios correctos. La putada eran las 6 de la mañana, en resumen otro día sin dormir.

Corrí imprimir los primeros trabajos, eran las 7 de la mañana pero, resulta que hay una única copisteria que abre a esas horas de la mañana.
El precio normal era caro, pero una atención excelente, y de ahí corrí y gasté más dinero para el metro. Entregué las practicas, imprimí otras hasta quedarme sin un duro y las entregué.

Lo ultimo que recuerdo antes de despertar en el sofá de mi casa, era combatir con el sueño en el metro, mientras mi cabeza me decía muerdete las uñas...

No me las mordí, y llegue a casa, sano y salvo... Y quizá lo más importante, sin trabajos pendientes.