Anochece como siempre, y el sueño comienza a crear pesadez en mis parpados, que luchan por mantenerse tan solo un rato más entre abiertos. Las manos, no responden como deberían a los reflejos externos. Mientras tanto, mis dedos acarician el teclado del ordenador, ordenando nuevamente las letras, con el objetivo de formar únicamente unas pocas palabras que hablen de como me siento.
El tiempo, que últimamente ha dejado de ser lineal se acelera, haciendo que me sienta perdido en la inmensidad de mis pensamientos. Ayer fue un día duro, un día donde dejé fluir la rabia, para combertirla en la queja que considero necesaria. Apenas di escasos argumentos, pero aporté casos generales, que realmente dan vergüenza...
¿Me pregunto cuando parará el tiempo? por el momento, yo me voy a dormir, esperando encontrar las palabras para decir...
Te espero.
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