28 de septiembre del 2011

He aquí la ruptura del gran Reto... No lo he conseguido, pero seguiré intentandolo, el escribir aquí ha despertado en mi nuevamente las ganas de escribir, y aunque estos no son mis mejores días a causa de estar enfermo y similares, puedo asegurar que habrán días mejores, días llenos de palabras y cosas que decir, de textos llenos de pasión en cada letra y como siempre, pájaros en mi cabeza.

Lo bonito de no conseguir un reto, es el darse cuenta de que las cosas no terminan ahí, de que no es el fin del mundo, y que por no conseguirlo, no te conviertes en un fracasado, ni has de abandonar tus sueños, los fracasos son simples momentos que nos enseñan que no somos dioses, ni seres omnipotentes que pueden acertarlo todo sin temor a fallar, sino pequeños seres, que con su esfuerzo pueden luchar por lo que creen, pero con una única condición... El preguntarse a cada mañana si estan teniendo razón, o si han de rectificar su rumbo, el no saberlo todo nos da la posibilidad de volver a empezar.
Me jode realmente haberme olvidado de escribir ayer, sobretodo porque si algo me sobró realmente fue tiempo que malgasté en el sofá.

Sobre mi enfermedad diré que ya casi se ha retirado, un poquito de dolor invade mi garganta y un mal estar casi imperceptible arrolla mi cabeza, pero nada que no se vaya a solucionar con un par de "drogas legales", por el momento hoy comeré sopita, prepararé la maleta y al llegar la noche escribiré en el blog.

Este fin de semana desconozco si podré escribir, me marcho a Madrid y allí compartiré mis días con mis compañeros y las ganas de reflexionar, quizá si no hubiese roto ayer el pacto, lo hubiese hecho mañana, pero es algo que nunca sabremos...

Nos vemos esta noche mis queridos lectores.