La verdad es que el día se ha plantado bastante agradable, como siempre, posponiendo la hora de levantarme, y acostándome tarde sin darme cuenta.
Hoy no han habido películas para ver, aunque he comenzado a hacerme una lista de películas que debería ver. Hoy lo he dedicado a ir al cumpleaños de mi sobrino/primo, que cumplía 6 años el campeón, y dediqué mi tiempo a hacer mil fotos a mi sobrina que es un trasto de lo más precioso.
Después, cena en el chino WOK, lugar de donde viene la segunda parte del titulo... Natillas, flanes, tortada, pero todo caliente y asqueroso... un dinero mal invertido, aunque más tarde decidimos tomarnos unas cervecitas la mar de buenas. Nos cerraron los locales demasiado pronto (normal, porque es jueves y no hay casi nada abierto) así que invité a los pocos que quedaban (Marta, Sergio y Julio) a venirse a casa, comernos unas patatas, bebernos dos litros y charlar. Y de esta manera, he pasado de las dos de la noche a las cuatro; Hablando de política, cultura, anectotas, genero, educación, biología y bromas entre otras cosas.
Me lo he pasado genial, días como este son los que me hacen plantearme las ganas que tengo de marcharme a Valencia...
En una película (Yo soy el número cuatro) hace poco escuché," los lugares valen lo que valen por las personas que habitan en él" y tiene toda la razón, con gente como esta, da rabia alejarse...
Mañana vuelven mis padres.
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