miércoles, 9 de mayo de 2012

Asustando a los fantasmas

El tiempo, mi gran enemigo, al final se convirtió en mi mejor consejero.
Pero a veces los mejores consejos no valen una puta mierda. No hablo desde ninguna posición pesimista, no confundamos términos, pues por suerte hace algún tiempo que soy realmente feliz con una vida de mierda. Tampoco soy conformista, me siento un incomprendido, no tengo trabajo, no estoy contento con los estudios y el dinero hará que dentro de poco tiempo, no tenga luz, agua, ni casa... pero soy feliz, mantengo la esperanza de que seré capaz de salir de este puto agujero en el que me encuentro, que volaré como un ave, correré como la liebre y rugiré como el león que soy. Y no es un sueño, sino la realidad.
Muchas veces hablo de la muerte, de lo poco que me importa morirme y todos se asombran, me miran con cara dramática y me dicen que soy tonto; yo les digo que no quiero morirme, que no soy tonto, pero que mejor que morir feliz y contento.
Tengo días malos, días de mierda, incluso días donde lo único que quiero es mandar todo lo que me queda a tomar por culo y concentrarme únicamente en escribir.
Me enamoré de ello, me volví adicto a la escritura, a dibujar los sueños en palabras y pintar las pesadillas con colores claros. Me enganché a la metáfora y grabé mi alma en cada hoja que escribí.
Mi vida, es una puta mierda, uno se cansa de echar polvos y echa de menos eso cosa tan asquerosa llamada amor, esa cosa que tanto nos eleva para luego dejarnos caer sin previo aviso. No estoy en contra del amor, ni mucho menos, no todos caemos al amar y me alegro, por los que duran y por los que lo superan, yo he aprendido a caer y soportar el daño de las caídas, pero no por soportarlo han dejado de doler.
La vida no es sencilla, el ser humano la contamina con su existencia, pero no por ello tengo que dejar de ser feliz... Estoy triste, pero creo en mi, me quiero, me valoro, porque aunque no sea perfecto, soy la liebre, el león y aunque no sea ese ave, algún día conseguiré volar. Porque no solo importa lo que soy hoy, sino mi lucha que comienza cada mañana, para que en el futuro sea mejor persona, y sin ser ese ave, poder volar.

Para Nerea, que aunque no somos pájaros algún día volaremos (En globo).

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